Delitos menores que conducen a una deportación

En los Estados Unidos, ciertos delitos menores pueden llevar a la deportación de un individuo, especialmente si se considera que su conducta está relacionada con violaciones graves de las leyes de inmigración. Algunos delitos menores que podrían conducir a la deportación incluyen:

  1. Delitos de drogas: Aunque los delitos menores relacionados con drogas (por ejemplo, posesión de pequeñas cantidades de marihuana) no siempre conducen a la deportación, podrían ser motivo para una acción de deportación, especialmente si implican sustancias controladas graves.

  2. Delitos de violencia doméstica: Los delitos menores relacionados con violencia doméstica, como agresión o acoso, pueden hacer que una persona sea deportada, incluso si la ofensa no es grave. Esto también incluye violaciones de órdenes de protección.

  3. Delitos de robo o hurto: Aunque el robo de poca monta puede considerarse un delito menor, aún puede ser motivo de deportación si se considera que es un "delito de turpitud moral" (crimen que refleja mal carácter).

  4. Conducir bajo la influencia (DUI): En algunos casos, una condena por conducir bajo la influencia de alcohol o drogas, incluso si es un delito menor, puede llevar a la deportación, especialmente si se repite o hay otros agravantes.

  5. Delitos relacionados con el fraude: Los delitos menores relacionados con el fraude, como el uso fraudulento de documentos o información falsa, pueden llevar a la deportación si se consideran delitos de turpitud moral.

  6. Agresión o amenazas: Dependiendo de la gravedad y la naturaleza del delito menor, una condena por agresión o amenazas podría resultar en la deportación, especialmente si la víctima fue un miembro de la familia o alguien con quien el inmigrante tenía una relación cercana.

Es importante destacar que cada caso es único y la deportación depende de factores específicos, como el tipo de delito, el historial migratorio, si la persona tiene una "waiver" (exención) y otros detalles. Además, en algunos casos, se pueden tomar en cuenta atenuantes como la buena conducta o los vínculos familiares para evitar la deportación.

Si una persona está enfrentando un caso de deportación, es fundamental que consulte con un abogado de inmigración para comprender mejor sus derechos y opciones.


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