Reflexión de Facundo Cabral
Como los budistas, sé que la palabra no es el hecho, si digo "manzana" no es la maravilla innombrable que enamora el verano, Si digo "árbol", apenas me acerco a lo que saben las aves; el caballo siempre fue y será lo que es sin saber que así lo nombro. Sé que la palabra no es el hecho, pero sí se que un día mi padre bajó de la montaña y dijo unas palabras al oído de mi madre, y la incendió de tal manera que hasta aquí he llegado yo, continuando el poema que mi padre comenzó con algunas palabras. Nacemos para encontrarnos (la vida es el arte del encuentro), encontrarnos para confirmar que la humanidad es una sola familia y que habitamos un país llamado Tierra. Somos hijos del amor, por lo tanto nacemos para la felicidad (fuera de la felicidad son todos pretextos), y debemos ser felices también por nuestros hijos, porque no hay nada mejor que recordar padres felices. Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de ti